Preguntas frecuentes
¿Cómo será mi primera visita?La primera visita es un acto importante, pues es cuando se establecen las bases de una buena relación médico-paciente, lo que va a determinar en parte el éxito de la terapia.Además de elaborarse una historia clínica completa fundamentada en una confianza mutua y una sinceridad que en otros contextos de vida no se suele tener (aquí se trata de su salud, esconder información o maquillarla sólo puede ir en tu contra). Además de llegar a un diagnóstico correcto sobre el que fundamentar la terapia, para que una terapia sea eficaz, es fundamental que haya buena la relación entre el paciente y el profesional, un buen entendimiento personal que tiene como ingrediente principal la empatía mutua, junto a una inmejorable atención para que el trabajo a realizar se centre en un marco de colaboración hacia un mismo objetivo.En nuestro primer encuentro definiremos el problema a tratar, trazaremos un plan, evaluaremos tu disposición a empezar y a mantener el esfuerzo que requiere el tratamiento.Ya en los primeros minutos de consulta hay una serie de preguntas que deberás auto-responderte:√ ¿Sientes seguridad y comodidad en las sesiones de terapia?√ ¿La conversación fluye de manera fácil al hablar de los temas que te preocupan?√ ¿Sientes que puedes hablar de ellos?√ ¿Si no te ves capaz de hablar de algún aspecto de los que te preocupan, consideras que se te respeta tu silencio y el que tu decidas cuándo y cómo abordarlo en consultas posteriores?√ Si en alguna propuesta o estrategia no estás de acuerdo, sientes que puedes expresarlo con total libertad ya desde el primer momento?En este primer contacto estas respuestas que te contestes son muy importantes. Desde el primer momento es fundamental exponer todo aquello que te preocupa y es importante establecer una buena comunicación. Ya en esa primera consulta ha llegado la oportunidad de hablar todo aquello que te ha hecho acudir a la consulta.No me gusta ser el profesional que tiene al paciente “al otro lado de la mesa”. Para que terapia funcione de la mejor manera posible, prefiero que seamos un equipo terapéutico en pos de un mismo fin: tu bienestar personal. |
¿Necesito ayuda?¿Saldré de ésta por mis propios medios o debo plantearme acudir a una consulta?No siempre nuestros problemas necesitan un tratamiento continuado, ni siempre el malestar que sentimos se debe a un trastorno psicológico. Pero recibir apoyo, ayuda.Si has vivido unos años que podríamos calificar como felices, felicitate por ello porque en la mayoría se sufren altibajos más o menos apreciables y con más frecuencia de lo que nos gustaría. Si estás viviendo uno de estos momentos difíciles, puede que sientas que te faltan puntos de referencia que le permitan sortear esta nueva situación que te afecta.Pero en otros casos les han pasado auténticas experiencias vitales negativas de alto impacto que les han permitido comprobar que la vida puede golpearnos con dureza. Ahí recibir ayuda debería ser un derecho y un deber.A veces es complicado saber si uno necesita acudir a un profesional de la medicina o la psicología. Nos hacemos preguntas que no tienen una respuesta nada fácil.Para lograr discernir entre si es sólo una medida aconsejable o si, por el contrario, la consulta resulta imprescindible para solucionar lo que nos ocurre, basta hacerse las siguientes preguntas:– ¿Por qué estoy tan desbordado?– ¿Me siento capaz de soportarlo?– ¿Está durando demasiado tiempo?– ¿Interfiere mi vida social, laboral, familiar o personal?– ¿Ha empeorado mi bienestar personal?– ¿Ya he intentado solucionarlo por mi cuenta pero no estoy logrando lo esperaba?La respuesta a estas preguntas determinará la decisión a tomar.¿Y cuando empezar a tratarlo? Cuando experimentemos un malestar emocional que no sabemos cómo resolver, antes de que se prolongue más en el tiempo y se complique.Es el momento de buscar soluciones. Acudir a una consulta implica ser consciente de que existe un problema y de que es necesario utilizar los recursos de los que se disponen para solucionarlo. Y esa toma de conciencia ya es un primer paso importante.En nuestra sociedad, acudir a un profesional para lograr encontrar estas respuestas nos lleva habitualmente a la consulta de nuestro médico de confianza porque aún no es demasiado frecuente, y sigue teniendo cierta connotación negativa, que nos planteemos nuestro problema desde una vertiente psicológica. Es necesario que esta visión se actualice. Los estudios científicos dirigidos a profundizar en el comportamiento humano y en buscar formas de gestión de las emociones cada vez son más amplios y muestran su eficacia, un pronóstico mejor y una resolución más rápida cuanto más pronto se acuda a terapia.La psicología no está reñida con la medicina, muy al contrario, la completa desde un ángulo diferente. Nuestros problemas emocionales no se quedan en las emociones, nos pueden afectar físicamente sin que necesariamente nos lleguen a producir una enfermedad física, pero no siempre así y se debería poder acceder a un concepto global que nos va a beneficiar en nuestra salud.Desde la medicina, realizando una adecuada evaluación y estableciendo un diagnóstico diferencial para dar explicación a todos aquellos síntomas que hayan aparecido.Es importante no olvidar que todo malestar físico o psíquico puede tener un origen que provenga de ambos. Es crucial saber discernir su causa real y saber decidir cuándo es adecuado utilizar ambas metodología de trabajo. Una vez hemos analizado conjuntamente la situación se trabaja de forma integral para obtener los mejores logros posibles.A través de la psicoterapia realizaremos un trabajo de descubrimiento de uno mismo, de crecimiento y de desarrollo personal. Persigue que la persona consiga tener una personalidad sana. Será un proceso de aprendizaje que ayude a entender las causas del malestar, pero su función también es ayudar, acompañar y apoyar a la persona para que se vaya dando cuenta de sus necesidades y, de alguna manera, vaya responsabilizándose de ellas. El paciente debe ser el protagonista de su mejoría. El objetivo es que la logre desarrollando herramientas para su solución, para así afrontar el futuro adecuadamente de un modo autónomo y saludable, preservando su equilibrio emocional. |
¿Psicoterapia o psicofármacos?Todo proceso emocional que nos perturba, nos hace sentir desbordados. A veces, los recursos psicológicos personales son suficientes para reconducir nuestras inquietudes, pero en otras ocasiones nos sentimos impotentes, sea porque el problema es demasiado difícil para nuestra capacidad personal de respuesta o porque no acertamos a ver el camino que nos lleve a la salida del conflicto.La conveniencia o no de apoyar una psicoterapia con fármacos depende de muchos factores, entre ellos, la intensidad o severidad de los síntomas o el grado de disponibilidad de las medidas terapéuticas a aplicar.La farmacoterapia ayuda a nivelar nuestro estado de ánimo con más celeridad pero hay que ser muy conscientes de sus ventajas y de sus límites. Los psicofármacos no solucionan conflictos, sólo controlan y reducen los síntomas que agravan y entorpecen el bienestar de la persona que lo padece, como medida de apoyo a la psicoterapia, y procurando una mejoría de forma anticipada. Pero hay que ser conscientes de que esta mejoría no es definitiva en el tiempo: si se suprime su administración, cuando se suprime un fármaco sin que la situación del paciente haya experimentado cambios sustanciales en su forma de vivir, pensar y sentir, los síntomas reaparecen.La psicoterapia nos ayuda a descubrir y comprender los mecanismos que crean y mantienen el problema. Nos permite descubrir actos repetitivos en un constante volver una y otra vez a lo que nos daña y nos limita y buscar la raíz de lo que nos está sucediendo para poder hacer más accesible al por qué de nuestra situación. Posibilita que accedas a otra manera de entenderte, es un espacio para pensar y planificar, es un lugar para analizar lo que nos pasó, y para empezar a crear lo que nos pasará. Nos posibilita reestructurar nuestra vida en base a nuestras circunstancias actuales, un escoger y un hacer que tengan que ver con tus deseos, con la vida que quieras desarrollar y lo más libres posible de conflictos personales y desencuentros.Si la psicoterapia se ha realizado correctamente, la mejoría permanece estable en la mayoría de casos, una vez se inicia la disminución paulatina del tratamiento farmacológico. Pero para llegar a este punto primero se tiene que haber trabajado mucho todo lo que no permitía tener un confort emocional aceptable.Pero todo planteamiento tiene sus límites, en los casos más graves una mayor o menor presencia de tratamiento farmacológico deberá mantenerse siempre y hay que ser muy estricto en establecer esos límites. |
Cuánto dura un tratamientoDepende del problema y del impacto que nos haya causado.Las personas sufrimos por múltiples motivos y muchas veces nos hemos habituado a situaciones que nos hacen daño pero nos cuesta romper con ellas porque no sabemos cómo hacerlo, porque no vemos que pueda haber algo mejor o por miedo a qué habrá después. En cualquier etapa de nuestra vida podemos padecer síntomas psicológicos por situaciones excesivamente complicadas que requieran “una perspectiva diferente” para entenderlas y manejarlas mejor hasta salir de la situación o por lo menos lograr que sea más tolerable.¿Y eso tendrá que ser ya siempre así, necesitando ayuda para salir adelante?No, casi siempre se mejora en un tiempo razonablemente corto. Si bien la mejoría puede establecerse en varias fases diferentes.Si el problema no hace mucho tiempo que se ha instaurado o no es grave, puede afectarle de forma transitoria y pueden ser suficientes pocas sesiones para redefinir, reorientar y encauzar nuestras actitudes. El objetivo es canalizar nuestra preocupación para resolverla en un tiempo no muy dilatado.Pero con frecuencia las personas buscan ayuda profesional cuando ya llevan mucho tiempo sufriendo y a pesar de que el malestar constante nos estaba indicando que algo no va bien o interfiere seriamente nuestra vida. Todo esto indica que problema se ha ido cronificando y generalizando hasta ya no tener claro ni como nos gustaría encontrarnos. En esos casos el seguimiento será más dilatado hasta poder ir espaciando las consultas.Y también existen procesos crónicos, que requieren atención más o menos constante y continuada durante largos periodos vitales.Cada persona tiene sus necesidades, sus procesos de aprendizaje y su particular forma de sentir y darse cuenta de sus emociones, así como de afrontar sus dificultades y miedos. Por tanto, cada tratamiento es individualizado y está enfocado específicamente a cada persona que acude a terapia. |